Descripción

Al principio hay 103 clientes habituales.

103 suscriptores que pagan por las películas hechas en la cocina de Anton, Karin y su hija Martina. Anton filma estas películas con una cámara escondida en la caja de los copos de maíz, mientras que por ejemplo insta a su hija a comer puré de patatas con carne podrida. Sin violencia física, sólo a través de intentos de chantaje o amenazas leves. Oskar, amigo de la familia, distribuye estas películas en un portal online. Asegura que Anton – un talento natural como actor amateur – alcanza la popularidad dentro de una clientela que crece constantemente. Al menos eso es lo que Oskar, que también conoce las preferencias secretas de sus clientes, afirma: «Todos sus juguetes se destruyen ante sus ojos. Esto es muy a gusto, ¿sabe? Así que sobre todo, «ante sus ojos” el lo que mas pide el público. Lo que comienza como una escena familiar aparentemente normal en la cocina se convierte en un juego lucrativo y obsesivo que los padres juegan con su propia hija. Sin embargo, Anton y Karin, que siempre reflexionan sobre sus acciones, están en desacuerdo con sus papeles. Anton no puede soportar la presión de su «éxito».

La sutil comedia de Clemens Setz se mueve en la fina línea de la manipulación y el cuidado, porque en el mundo digital una relación padre-hijo puede ser maravillosamente explotada. Y mientras los padres sospechan que la ficción tiene sus vidas en sus manos, discuten en el living, la cocina y el baño de una manera hilarante las categorías de autenticidad y artificialidad, el diletantismo y el arte “real».